EL HOMBRE DEL SOMBRERO DE COPA
Era una noche lluviosa, el agua corría por las calles como si un pequeño riachuelo se tratara. Las calles apenas estaban iluminadas, pues la densa llovizna no dejaba que la suave luz de las farolas tiradas por velas pudieran expandirse. Los carromatos tirados por los caballos corrían por las oscuras calles, rodeadas de grandes edificaciones.
En un pequeño callejón, un hombre estaba caminando con mucha dificultad, apoyándose en la pared para ayudarse a caminar. El sujeto caminaba por las calles tambaleándose de un lado a otro. Todo transeunte que se cruzaba con el lo ignoraba pues seguramente pensaban que iba ebrio, sumado a la gran lluvia la cual hacía que la gente corriera para resguardarse.
Un hombre apoyado en una pared, bajo un pequeño techado sacó un gran puro de uno de los bolsillos de su negra gabardina, se quitó uno de sus guantes y usó una cerilla para encender el puro. El hombre levantó con su mano derecha su sombrero de copa y observo al sujeto que se tambaleaba.
Al cruzar una calle el débil hombre se tropezó con una pareja haciendo que la chica cayera al suelo.
-¡Tenga cuidado! -gritó el hombre.
El sujeto no respondió, siguió caminando como si nada.
-¡Tú, pide disculpas por lo menos! -gritó el hombre mientras ayudaba a la mujer a levantarse, la cual había tenía una gran mancha en su blanco vestido.
-¡Eh tu! -gritó de nuevo mientras corría tras el sujeto.
-Rick, déjalo, solo es un borracho -dijo la mujer mientras Rick agarraba al hombre del hombro.
-Me da igual que sea un borracho, te ha golpeado y ha manchado tu vestido, como mínimo exijo una disculpa -dijo el hombre muy enfadado.
-No importa, venga Rick está borracho y esta lloviendo mucho, vámonos -suplicó la mujer.
-Nos iremos pero primero le daré un escarmiento -dijo con una sonrisa en su rostro.
Rick cerró su puño y se propuso golpear al hombre, antes de que el puño de Rick golpeara la cara del hombre un bastón con una cabeza de serpiente de ojos amarillos bloqueó el golpe. Rick miró a su lado y vio al hombre de sombrero de copa sujetando el bastón y fumando su puro.
-¿Quien eres? -preguntó Rick.
-No es de buena educación agredir a un pobre borracho que claramente no sabe lo que hace. Eso no es propio de un caballero. ¿No cree señorita? -dijo el hombre mientras miraba a la mujer.
-No se atreva a meterse en esto ni tampoco se atreva a hablar con ella -dijo Rick muy enfadado.
-¡Rick ya basta, vayámonos! -gritó la mujer.
-Debería hacerle caso a su bella compañía señor, váyase, resguárdese de la lluvia y quítese esa mojada ropa, no ignore a tan bella dama por un simple borracho -dijo el hombre del sombrero.
-A mi nadie me dice lo que debo hacer -dijo Rick.
Rick lanzó su puño contra el hombre, este esquivó el golpe y con gran precisión lanzó un golpe con su bastón al rostro de Rick, este cayó al suelo con violencia. Rick se tocó el rostro donde había una gran herida sangrante.
-¡Rick! -gritó la mujer mientras corría hacia su amado.
-Yo no me acercaría señorita, es más le sugiero que se vaya, puede que su amado se ponga algo violento viendo lo acontecido.
-¡Vallase y déjenos en paz! -gritó la mujer mientras se agachaba para socorrer a Rick.
-Como desee. Bien yo me retiro. Que tenga una buena noche señorita -dijo el hombre del sombrero mientras ayudaba al otro sujeto a caminar.
La mujer vio como los dos hombres se alejaban y desaparecían bajo el manto de la lluvia. Seguidamente su mirada se centró en Rick, el cual estaba muy aturdido mientras de su mejilla derecha brotaba la sangre debido al golpe.
-Vamos Rick levántate -imploró la mujer.
La mujer observó como la herida de Rick dejaba de sangrar de repente, la fresca sangre desaparecía de su rostro debido al agua que caía en su rostro. El hombre parecía comenzar a despertarse, abrió los ojos de golpe y comenzó a gritar de dolor.
-¡Me quema, quítamela! -gritó desesperado.
-Rick ¿Qué te quite el que? -preguntó la mujer muy asustada.
-¡Quitamela! -gritó con gran desesperación.
Rick apartó a la mujer de un empujón y comenzó a retorcerse en el suelo. Gritaba con gran agonía mientras comenzaba a rascar la zona del golpe. Con sus uñas comenzó a desgarrar su piel por la zona del corte que tenía en su rostro. El hombre se estaba arrancando la piel de su rostro con sus propias manos. La mujer miraba horrorizada como su amado se estaba arrancando la piel. Intentaba pedir ayuda, lo deseaba con toda su alma pero el terror la tenía completamente paralizada, solo podía limitarse a escuchar los gritos de Rick los cuales se ahogaban con el sonido de la lluvia..
Rick dejó de gritar, se levantó despacio y miró a su amada, su rostro estaba arrancado parcialmente, manteniendo solo su ojo izquierdo. El resto de su rostro solo era un agujero negro, un hueco vacío que solo irradiaba oscuridad. El hombre se acercó a la mujer. La indefensa chica comenzó a sangrar por su nariz, poco a poco el rojo líquido comenzó a emerger también se sus ojos, de su boca, de cada poro de su piel. La sangre comenzó a entrar en el hueco que había en el rostro de Rick. La pobre mujer cayó al suelo, pálida y sin vida mientras la lluvia empapaba todo su cuerpo.
A lo lejos el hombre del sombrero de copa observó toda la escena, a su lado el sujeto que se tambaleaba con el rostro también convertido en un hueco negro. Sujetó su bastón y un leve brillo amarillo emergió de su ojo izquierdo.
-Mis primeras semillas han emergido -dijo sonriendo.
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