El grupo entró en el portal original, todos notaban como todo su ser se despedazaba, sus órganos se licuaban y su mente se dividía en cientos de partes. El enorme dolor que sentían se calmó de repente, abrieron los ojos y se encontraron ante un lugar que escapaba a toda imaginación. La oscuridad reinaba casi por completo en aquel lugar. Todos permanecieron quietos cuando de repente todo se iluminó con una misteriosa luz de tono verde claro. Pudieron ver que se encontraban en una enorme pasarela de piedra blanca, la cual parecía estar levitando, pues no podía apreciarse ningún soporte. En lo que parecía ser una distancia de cientos de kilómetros se encontraba un majestuoso castillo blanco, con cientos de torres que lo rodeaban.

-¿Dónde coño estamos? –se preguntó Masalot con el tono tembloroso.

-No lo sé –respondió Tayson.

-Será mejor que os mantengáis lejos del borde –comunicó Astor al ver que bajo la pasarela donde se encontraban había un enorme vacío negro.

-Eternia, dime que sabes algo de este lugar –dijo Abigail a su compañera.

-Tengo una ligera idea, de momento avancemos hacía ese castillo de allí, creo que es nuestra mejor opción –confesó Eternia.

El grupo comenzó a caminar en dirección al majestuoso castillo que se encontraba en la distancia. Todo estaba desierto y en silencio, el grupo avanzaba en silencio, la incertidumbre de donde estaban les carcomía. Todos sus sentidos estaban en alerta al no saber que iban a encontrarse. Al seguir avanzando una enorme masa parecida a niebla de color verde apareció ante ellos. El grupo se puso en guardia, poco a poco la niebla se aclaró y pudieron apreciar cientos y cientos de lo que parecían ser personas caminando hacía el castillo, sin que se dieran cuenta estaban rodeados de ellos. Caminaban alrededor del grupo sin tan siquiera mirarles, como si no existieran.

-¿Quién es esta gente? –preguntó Vils.

-Son almas –respondió Eternia.

-¿Cómo? –volvió a preguntar confuso.

-Tenía mis dudas pero ya están aclaradas, nos encontramos en el nexo –explicó.

-Explícate mejor Eternia –pidió Tayson.

-El nexo es el lugar que separa nuestro mundo del de los muertos, todo aquel que pierde la vida pasa por aquí, el objetivo es purificar toda su energía y después irse al otro lado –explicó la mujer.

-¿Me estás diciendo que el portal al que todos los magos deben su magia es una puerta al nexo? –preguntó Abigail.

-Es extraño –dijo Eternia.

-¿El qué es extraño? –indagó Astor.

-No se sabe demasiado del portal, pero con los años he recopilado conocimientos, según se, el portal es una puerta a un mundo diferente, como otra dimensión, allí se encuentra una tierra habitada por seres inmortales, todo mortal que decida entrar no regresaría jamás –citó Eternia.

-Pero según Amil tres de ellos consiguieron regresar, aunque enloquecieran –dijo Abigail.

-¿Cómo surgió la magia? –preguntó Masalot.

-Nadie lo sabe, hace demasiado tiempo de eso, todo lo relacionado con el mago original se perdió hace mucho –respondió Eternia.

-La duda de todo esto es él porque hemos acabado en el nexo, este lugar no encaja con la descripción de Eternia –comentó Tayson.

-Bueno, creo que lo mejor será ir al castillo, es el único lugar visible, quizás allí encontremos respuestas –sugirió Eternia.

-Bien, vamos –concluyó Tayson.

Todos siguieron caminando rumbo al castillo. Les era extraño e incómodo avanzar rodeados de cientos de almas de gente fallecida, pero intentaban hacer caso omiso. De repente todas las almas presenten frenaron su marcha en seco y comenzaron a gritar desesperadamente, como si la misma muerte se acercara a ellos.

-¿Qué les pasa? –preguntó sobresaltada Abigail.

-No lo sé, pero estad atentos –respondió Tayson.

Ante ellos una bruma negra comenzó a materializarse, esta comenzó a tomar forma y se convirtió en un ser de aspecto amenazante. Vestido con una armadura de acero negro, una capucha que le cubría completamente el rostro y armado con una enorme espada de acero blanco. El extraño ser se postró ante el grupo y los señaló.

-Vosotros no pertenecéis a este lugar –dijo el extraño ser con una extraña voz distorsionada.

-Sí, lo sabemos, estamos algo perdidos –aclaró Tayson.

-En el nombre de mi señora debéis ser erradicados –amenazó.

-Mierda, esto se va a poner feo –dijo Abigail.

El extraño ser se abalanzó con gran furia a por el grupo, todos esquivaron su acometida y abrieron el portal, sacando así sus armas.

-El portal no debería abrirse si supuestamente ya estamos dentro de él… -dijo Eternia en voz baja para sí misma.

Vils se lanzó a por el ser golpeando con su espada, el monstruo bloqueó el golpe con su espada, con su otra mano creó una onda de choque que lanzó por los aires al pistolero haciendo que cayera al suelo de espaldas. Todos comenzaron a disparar sus armas, el oscuro ser creó un agujero negro con su mano derecha absorbiendo todos los proyectiles, seguidamente convirtió el agujero negro en una gran bola de energía morada y la lanzó contra el grupo. Tayson disparó sus revólveres creando un gran escudo mágico el cual bloqueó el ataque, a pesar de eso la explosión generada hizo que todos salieran disparados, todas las almas afectadas por la explosión se evaporaron al momento.

-Sea lo que sea este bicho es muy poderoso –dijo Masalot mientras se levantaba del suelo.

-¡Cuidado! –gritó Astor.

El ser volvió a abalanzarse sobre ellos, Vils se interpuso y bloqueó el ataque con su espada. Su espada comenzó a iluminarse con un gran resplandor dorado, seguidamente desvió el arma de su enemigo y propinó un tajo horizontal a la altura del abdomen soltando una gran cantidad de energía provocando una fuerte explosión que lanzó al ser por los aires.

-¡Eternia, ahora! –ordenó Tayson.

La mujer se convirtió en humo y desapareció. El horrible rival se levantó y alzó su espada cargándola de energía, cuando se disponía a lanzar el ataque, Abigail lanzó su látigo inmovilizándole el brazo, sin perder un segundo con su otro brazo creó una bola de energía que lanzó hacia la joven. Masalot se interpuso y dio un puñetazo al proyectil, generando una gran explosión.

-¡Masalot! –gritó Vils.

-Tranquilo, está bien –dijo Astor con tono tranquilo.

Cuando el humo se disipó Masalot permanecía de pie como si nada pero había algo raro, su cuerpo era de metal, como si fuera una armadura, el duro material comenzó a acumularse en su mano y formó su arma.

-¿Pero qué? –preguntó asombrado Vils.

-Masalot puede fundir el metal de su arma con su cuerpo, de esa forma se convierte en una auténtica muralla humana –explicó Astor.

-Todos sois increíbles –agregó Vils sonriendo.

Masalot comenzó a lanzar una gran ráfaga de balas a su rival, el ser volvió a crear el agujero negro absorbiendo los ataques, el monstruo volvió a crear la bola de energía, en ese momento Eternia apareció a su lado y clavó su cuchillo en ella absorbiéndola por completo. La mujer hizo un tajo con su cuchillo en el suelo liberando la energía acumulada levantando una enorme nube de polvo. Tayson, Astor y Vils dispararon un enorme rayo con sus armas, los tres ataques se unieron en uno solo, creando un rayo imparable que impactó de lleno contra el ser haciendo que este fuera desintegrado por completo, dando así por finalizado el combate.

-Nunca había visto nada igual –expresó Vils.

-Dijo que no pertenecíamos a este lugar –dijo Tayson.

-Claro, nosotros no estamos muertos, está claro que vendrán más, debemos darnos prisa en salir de aquí –dijo Eternia.

El grupo aceleró el paso y comenzó a correr hacia el castillo, a su paso comenzaron a escucharse gritos desgarradores, parecían venir de todas partes. El grupo observó cómo decenas de estelas de neblina salían del castillo hacia su dirección, varios de esos seres comenzaron a aparecer por todas partes, rodeándoles.

-¡Corred, al castillo, no podemos contra tantos! –gritó Tayson desesperado.

Todos comenzaron a correr esquivando a los seres, estos comenzaron a lanzar bolas de energía en rápida sucesión, el grupo esquivaba los ataques mientras seguían avanzando hacia el castillo. Cientos de las almas que caminaban por el puente perecieron ante los ataques de los seres. El grupo veía como el castillo estaba casi a su alcance, mientras que cada vez eran más los seres que se interponían en su camino. Vils bloqueaba los ataques con su espada, seguidamente hizo un tajo en el aire abriendo una grieta.

-¡Rapido, entrad! –gritó al resto.

Todos entraron en la grieta la cual se cerró inmediatamente. En las puertas del castillo se abrió otra grieta igual y todos emergieron de ella, sin perder un instante Masalot y Tayson abrieron las puertas, todos entraron y seguidamente cerraron las grandes puertas de metal del castillo, dejando atrás a sus atacantes.

-Casi no lo contamos –suspiró Abigail.

El grupo penetró más en el castillo, podían observar que se encontraban en un lugar que parecía provenir de una época anterior. La decoración de la enorme sala en la que se encontraban estaba repleta de muebles de madera maciza, con una gran alfombra que cubría todo el suelo. La iluminación era bastante escasa pues apenas unas pocas antorchas con una leve llama iluminaban a duras penas la enorme sala. En el centro se encontraban unas grandes escaleras. El grupo avanzaba cauto, pues no sabían que podrían encontrar en aquel extraño lugar. Comenzaron a subir por las grandes escaleras, las cuales terminaban en una puerta de acero negro.

-¿Entramos? –preguntó Astor.

-No hay otra, no hay otro lugar al que ir –respondió Tayson.

Vils abrió la puerta despacio, al otro lado vieron que esta daba a una pequeña habitación, sin nada, vacía en su totalidad, el grupo entró en ella, seguidamente la puerta se cerró a sus espaldas, rápidamente Masalot intentó abrirla pero sin éxito, de repente la puerta desapareció, como si nunca hubiera estado allí, estaban encerrados, pues no había salida por ningún lado.

-<<No deberíais estar aquí>> -dijo una voz incorpórea que parecía ser de una mujer.

-¿De dónde viene esa voz? –preguntó Vils.

-<<Solo los muertos pueden entrar en este reino, debéis marcharos>> -advirtió la misma voz.

-Nos encantaría, pero no sabemos cómo hacerlo –comunicó Tayson.

-<<Siento curiosidad, venid a mi presencia>> -concluyó la voz.

Ante ellos en unas de las paredes apareció una puerta, muy similar a la que atravesaron para llegar a esa habitación, el grupo aunque no estaba muy convencido decidió atravesarla. Ante ellos se encontraba una sala completamente blanca, la cual no parecía tener fin, unas grandes corrientes verdes corrían por todo su alrededor, al inspeccionar más de cerca observaron que eran cientos de almas que parecían ser absorbidas por alguna fuerza. Más adelante se encontraba una silueta que parecía estar sentada en un enorme trono de roca. El grupo se acercó muy cauteloso, esa silueta transmitía una atmosfera siniestra, aunque sin poder explicarlo también sentían una enorme paz cuanto más se acercaban a ella. Al estar lo suficientemente cerca vieron que la silueta sentada en el trono parecía ser una mujer, vestida completamente de negro, con una máscara blanca sin rostro, tan solo los agujeros en sus ojos.

-¿Quién eres? –preguntó Tayson.

-Tengo muchos nombres y a la vez ninguno, antaño los vuestros me conocían como -la dama negra –interrumpió Eternia.

-¿La conoces? –preguntó Astor.

-Nunca pensé estar ante su presencia –dijo Eternia mientras se arrodillaba ante la dama.

-No son necesarias las formalidades, vamos levántate –insistió.

-Si Eternia se ha arrodillado ante usted está claro que es importante. ¿Dónde estamos señora? –preguntó Tayson.

-Lo importante aquí no es saber que es este lugar, si no el cómo habéis llegado a él, este reino no es alcanzable para los vivos, aunque lo cierto es que no sois los primeros en venir a mis dominios antes de recibir el abrazo de la muerte –dijo serena.

El grupo comenzó a contarle a la dama negra el cómo habían llegado a ese lugar, al igual que le contaron su misión y la razón por la que decidieron cruzar el portal.

-Tengo conocimiento del portal del que me habláis, pero eso no explica el que hacéis aquí, la puerta de la que habláis dirige a un lugar completamente distinto a este –explicó.

-No puede ser. ¿Entonces cómo hemos acabado aquí? –preguntó Vils.

-Tu querido duque nos ha engañado –dijo Tayson.

-Es probable que la persona que os incitó a entrar haya de alguna manera alterado el portal y así traeros aquí, de esa manera se asegura que nunca salgáis, debo añadir que conseguir tal hazaña es digna de admiración –expresó la dama.

-Sabía que no podíamos confiar en ese cerdo –dijo Masalot muy enfadado.

-No puede ser, el duque quiere acabar con la sombra, no gana nada deshaciéndose de sus aliados –dijo Vils.

-No somos sus aliados, lo sé desde el mismo momento en el que me dijo el nombre del superviviente del portal –explicó Tayson.

-¿Cómo? Explícate mejor –exigió Vils.

-Primero debemos salir de aquí, luego os lo explicaré todo –dijo Tayson.

-Salir de aquí no es fácil –añadió la dama.

-Pero usted es la señora de este lugar ¿No puede sacarnos de aquí? –preguntó Abigail.

-No soy la única señora del lugar, puedo mostraros el camino, pero el conseguir llegar a la salida dependerá de vosotros –respondió.

-Mi señora, por favor, muéstrenos el camino –suplicó Eternia.

La dama negra levantó su mano derecha, detrás del grupo apareció una puerta, la cual se clavó en el suelo con gran fuerza.

-Tras esa puerta se encuentra el camino a la salida de estos reinos, es lo máximo que puedo hacer, el resto dependerá de vosotros, id en paz –concluyó la dama negra.

-Muchas gracias mi señora –dijo Eternia despidiéndose.

El grupo cruzó la puerta la cual desapareció a su paso. El grupo se encontraba en un lugar oscuro, con un extraño resplandor verde que invadía todo el lugar, ante ellos se encontraba una gran pasarela que ascendía. Todos comenzaron a caminar y ascender por el lugar. Tras varios minutos caminando en completo silencio el grupo llegó a una puerta. Tayson la abrió y entraron en una enorme sala. Grandes columnas de piedra adornaban todo el lugar, la sala parecía no tener fin, más allá de esas grandes columnas que se repartían por la totalidad del lugar no parecía haber nada más.

-Empiezo a estar algo cansado de visitar salas sin lógica –expresó Astor.

-La dama dijo que la salida estaba por aquí, separémonos –ordenó Tayson.

Todos se separaron y comenzaron a inspeccionar la sala de manera individual. Astor inspeccionaba el lugar muy detenidamente, el hombre se arrodilló y pasó su mano por el suelo, tras unos segundos sintió algo que le heló la sangre, se puso de pie algo alterado, abrió el portal y sacó su arco de él. El resto del grupo se percató y se acercó a Astor.

-¿Qué ocurre Astor? –preguntó Abigail algo asustada al ver a su tranquilo compañero así.

-Hay algo observando desde la profundidad de la sala –respondió con el tono tembloroso.

De las profundidades de la sala apareció una silueta del tamaño de una persona alta, vestido con una vestimenta de cuero negro con una gran capucha en su cabeza, unas grandes hombreras de acero, armado con una gran guadaña bañada en lo que parecía ser sangre, su presencia irradiaba un aura oscura y terrorífica.

-¿Qué es eso? –preguntó Abigail asustada.

-No puede ser… Es el segador –respondió Eternia con el rostro bañado en miedo.

-¿Te refieres al dios de la muerte? –preguntó Vils.

-El mismo –respondió la mujer.

-Tayson no podemos luchar contra un dios –dijo Masalot.

-Ya lo sé, dejadme pensar –comentó el líder.

-Pues más te vale que pienses rápido, porque ahí viene –advirtió Astor.

El oscuro ser alzó su guadaña y lanzó una enorme hoz de energía, el poderoso ataque destrozaba todas las columnas a su paso, el grupo comenzó a correr intentando esquivar el poderoso ataque. Todos consiguieron evitar el impacto, todo se llenó de escombros de las columnas destruidas.

-¡Astor, dime que ves algo! –gritó Tayson.

-Necesito un segundo –pidió el hombre.

-Tienes medio segundo –dijo Tayson.

El líder comenzó a disparar al segador, los proyectiles a pesar de impactar de lleno no parecían afectar, todos acompañaron a su líder y comenzaron a disparar, Vils comenzó a disparar hoces de energía con su espada, pero al igual que las balas de sus compañeros no surgían efecto alguno. Astor permanecía quieto observando cada rincón que le rodeaba. Sin que los ataques parecieran afectarle el segador comenzó a acumular energía en su guadaña, el ser traspasó toda esa fuerza a su mano izquierda formando una tenebrosa esfera negra en ella.

-Astor, date prisa –dijo Masalot.

El segador alzó su mano, todo comenzó a temblar, la habitación parecía empezar a derrumbarse, mientras que la esfera en la mano del segador se hacía cada vez más grande.

-¡Astor! –gritó Tayson.

-Eternia… Arriba –dijo el hombre.

La mujer lanzó su cuchillo hacia el techo de la habitación, el cual se perdió en la oscuridad. El oscuro ser liberó la energía acumulada en su mano, una gigantesca onda de oscuridad comenzó a inundarlo todo destrozando todo a su paso. Eternia liberó pequeños hilos blancos que emergían de sus dedos los cuales se pegaron a sus compañeros, así todos se convirtieron en humo y desaparecieron. El grupo volvió a sentir la misma sensación de desgarramiento que cuando entraron en el portal, cuando sus cuerpos volvieron a la normalidad vieron que se encontraban en una pequeña colina, el sol comenzaba a emerger de las montañas lejanas dando a entender que estaba amaneciendo. Ante ellos lo que parecía ser una pequeña ciudad.

-¿Eso es Tiralon la ciudad fronteriza? –preguntó Abigail.

-Sí… Lo es –respondió Tayson.

CAPÍTULO V EL NEXO